Las tortugas de Maldita Nerea somos pacientes;
comprendemos que todo lo que uno se propone, requiere de completa dedicación,
de ilusión y de mucha, muchísima paciencia. Esta es la receta para triunfar en
la vida. Y nosotros la comprendemos. La comprendemos y buscamos cocinarla con
su mejor salsa, tal y como hicieron un grupo murciano llamado Maldita Nerea.
Me hace especial ilusión poder analizar en
este blog la trayectoria de Maldita Nerea, porque son el claro ejemplo del
triunfo que todos queremos. El triunfo de un comienzo difícil. Una tortuga que
se lanzó al camino y que después de más de diez años de trayecto, empieza a ver
que su camino tenía un destino. Esta historia, es el ejemplo al que podemos
aferrarnos para así creer que todo lo que comenzamos, puede tener un buen
final; el otro final es el malo, el que sintieron en sus carnes aquellas
personas que se quedaron a la mitad del camino, porque no tuvieron la voluntad
de esforzarse hasta ver el horizonte.
Pues hoy es ese día. La tortuga ha decidido
caminar. Hoy han venido las fuerzas, parece preparada para todo. Supone que en
el trayecto se encontrará trampas, algunas de ellas tan exigentes que le exprimirán casi toda su
fuerza, pero no toda, eso nunca. Sabe que se equivocará de trayecto pero esta
segura de que retomará su rumbo. Eso sí, poco a poco. Porque a la tortuga no le
va la prisa; a ella no le preocupa cuando llegar, le preocupa esforzarse y
disfrutar del camino al máximo, y está convencida de que al final llegará. La
tortuga de Maldita Nerea es paciente, no lo olvidéis.
Mi Rey y Yo, (Cuarto Creciente, 2003) Fuente: Youtube
Este fué el comienzo de Maldita Nerea. ¿Cuál es el vuestro, tortugas?
La Tortuga de MN.
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