miércoles, 2 de enero de 2013

La brisa del mar

Ayer me decidí a dar un paseo por el puerto de Valencia. En realidad, siempre me ha reconfortado caminar cerca del mar, ya que soy de esas personas que opinan que la simple y húmeda brisa del mar es capaz de curar los males más enrevesados, y además, hacerlo de una manera totalmente milagrosa. Simplemente con respirar esa brisa, el cuerpo me rejuvenece, sana y automáticamente me inunda la alegría. Personalmente, necesito mi dosis de mar regularmente.

Ayer asomé mi cabeza ante la inmensidad del mar. Dirigí mis ojos hacia el horizonte y me dí cuenta de que, en realidad, no era ni una milésima parte de toda la vida que se respira en el océano. Dentro de lo que nosotros pensamos que es un embalse inmenso e inerte, existe vida. Es otro mundo. El mar esta repleto de vida en su interior. Y no solo por los seres que viven dentro, sino por la vida que da a personas que viven de él, y con él. Yo, sinceramente, lo utilizo para desconectar del mundo terrestre.

Ayer me fijé en la inmensidad del mar y descubrí que, a veces, no hay nada mejor que ''la nada del mar'' para poder aislarse de este mundo, aunque sea solamente por unos instantes. Vivimos en un mundo en el que reina la prisa, los ruidos, los sentimientos, y las emociones. Ayer, bebí el antídoto. Escuché el silencio, sentí como la inmensidad me purificaba por completo en cuerpo y mente. En estos momentos, estoy recordando a un profesor de Filosofía que, a la hora de pasar lista todos los días, nos obligaba a contestar: ''Presente, en cuerpo y mente''. Curioso, porque ahora me doy cuenta de que aquel profesor sabía muy bien lo que decía, aunque nadie de nosotros se lo tomaba en serio. ''Que tontería, decía yo''. Cuanto más estoy escribiendo, más me doy cuenta de la razón que tenía aquel filósofo. Admito que me equivoqué al reírme de su forma de pasar lista. Si me disculpáis, vuelvo al día de ayer por la tarde.

Allí estaba yo. Sintiendo la oscuridad del anochecer cerca, pero con la certeza de que no había nada mejor que sentir en aquel momento. El agua entraba por mis ojos, me depuraba el cuerpo y conseguía transformar los más insoportables pensamientos del mundo en absolutamente nada, en cosas secundarias. Me atrevería a decir insignificantes, todas ellas producto de tu mente: fuertemente influenciada por un mundo que ha olvidado por completo las pautas para lograr la tan ansiada felicidad.

Podré sonar poético, pero la verdad es que ayer la brisa del mar me abrió los ojos. personalmente, llegué a la conclusión de que la felicidad, además de ser en parte independiente del mundo en el que vivimos, es imprevisible. Igual te aparece cuando menos te lo esperas, y sin motivo aparente. Ayer creí aprender que la felicidad no depende de nada en concreto. Depende de tí mismo, y de las sensaciones que el entorno te provoque. Personalmente, yo tengo la suerte de haber aprendido que estos instantes de felicidad que todos buscamos, los encuentro más frecuentemente en la música, en el deporte y en el mar.

Resulta muy difícil de explicar con palabras lo que te ha provocado esos instantes de felicidad. Disculpen mi atrevimiento pero hoy yo lo he intentado. Tanto como si me habéis entendido como si no, os agradezco que me hayáis leído.

Os animo a que recordéis instantes de felicidad, y los intentéis frecuentar más.


La Tortuga de MN

2 comentarios:

  1. Hola, acabo de entrar en tu página y he leído unas cuantas entradas. Querría felicitarte por tus reflexiones, son muy interesantes, ¡y además he descubierto alguna canción nueva de MN que no conocía!

    Totalmente cierto eso de que la felicidad depende de uno mismo, pero imagino que para todos nos es mucho más fácil torturarnos y sentirnos como víctimas... ¡Deberíamos intentar autocompadecernos menos y disfrutar más!

    Aquí tienes una nueva seguidora :)

    Saludos!

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  2. Muchas gracias Alba!! :)
    En primer lugar, me alegro de que hayas descubierto música que no conocías. Espero que te haya gustado! En segundo lugar y lo más importante: me has comprendido a la perfección. Espero que a partir de ahora disfrutes mucho más de tí misma!

    Es hora de sonreír :D

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